lunes, 29 de noviembre de 2010

Manejo cultural del espacio público como propiedad civil en el corregimiento de Barcelona

Introducción:
En este ensayo, de carácter analítico, se estudia el corregimiento de Barcelona teniendo en cuenta la representación cultural y el uso que se le da al espacio público como propiedad civil por parte de sus habitantes. La pregunta motivante para la realización de este ensayo es ¿Cual es el uso que los habitantes del corregimiento de Barcelona le dan a su espacio público?

Barcelona es un corregimiento perteneciente al municipio de calarcà. A tan solo 10 Km de la ciudad de Armenia, con un clima templado y una altura de 1800 Mts sobre el nivel del mar. Hoy es considerado como el corregimiento más extenso del país, sin embargo, a pesar de su amplitud no cuenta con unos entes gubernamentales propios y directos que puedan regular el uso de sus espacios públicos y sus representaciones culturales. Al no ser municipio Barcelona depende en su totalidad de los gobiernos calarqueños, tales entidades son las encargadas de velar por los intereses del corregimiento, su progreso y su estabilidad.

Pero contrario a esto hoy nos encontramos con que es un pueblo “casi” olvidado pues la poca inversión de recursos y la falta de estabilidad han impedido que sus habitantes sostengan una verdadera identidad social y sobre todo que mantengan un sentido de pertenencia y apropiación por su tierra natal. Por ende no es difícil entender que no tengan claro que es espacio público, su simbología y mucho menos su representación cultural.

Partiendo de esta falta de conocimiento hoy por hoy los barcelonenses han dejado de percibir la simbología de su pueblo, su distribución concéntrica, que ubica en su parque principal los más importantes entes gubernamentales, y lo más grave es que tales índices de desconocimiento hoy los está llevando a perder hasta el significado de sus representaciones culturales entendiendo estas como aquellas que sin innatas en el hombre, que identifican su cultura y sus estilos de vida por ejemplo los habitantes hoy ignoran elementos como el significado y la ubicación de sus monumentos históricos entre los cuales se resaltan la virgen del Carmen, ubicada en la entrada del pueblo, el Simón Bolívar en la plaza principal, su cementerio tradicional, entre muchos otros lugares simbólicos e históricos hacen parte de su identidad. Quizá esto puede explicarse por el afán de progresar que caracteriza a cada individuo, hecho que intentado de adentrarnos en un mundo supuestamente globalizado y tecnológico olvidando incluir entre los recuerdos la cultura  que durante años  ha sido insignia de la sociedad y de todos aquellos que por alguna u otra razón han transitado por este lugar.

Las ganas de progresar y de parecerse a otros lugares del mundo llevo a los habitantes a caer una monotonía y una mezcla de culturas y conceptos que sin darse cuenta los llevo a perder sus culturas ancestrales y más aun a dar un mal uso a los espacios públicos que son que son creados en pro de la comunidad

García cancliny por ejemplo en su artículo “el consumo cultural, una propuesta teórica” se plantea esta pregunta: tienen los llamados consumos culturales una problemática específica? Es claro que como respuesta a este interrogante debemos responder afirmativamente partiendo del simple hecho que desde tiempos remotos la invasión masiva de las diferentes culturas existentes se adentro en nuestras raíces ancestrales, reemplazando por completo lo que somos y durante el transcurso de los años nos ha caracterizado, la cultura. Sin embargo no solo por los consumos masivos se ha reemplazado la cultura sino que ahora nos adentramos en una problemática de enorme envergadura como es la pérdida del significado y la simbología del espacio.

Al hablar de espacio público nos referimos entonces a todos aquellos sitios que no pertenecen a la propiedad privada o a un ente gubernamental. Hablamos entonces de los espacios de uso y domino público entre los cuales podemos contar los andenes, las calles, los parques, las bibliotecas, entre otros. Estos sitios deben ser reservados desde el momento mismo de la construcción de las ciudades o los pueblos ya que serán sus habitantes los que posteriormente se beneficiaran de ellos. Es por eso que las administraciones públicas o todas aquellas entidades que posean la facultad de construir, deben avalar la creación de los espacios públicos destinados generalmente para el esparcimiento cultural y social.

El espacio público es pues, todos aquellos escenarios destinados generalmente para la interacción social, para el contacto entre la gente, el crecimiento urbano y sobre todo la expresión comunitaria, sin embrago, existen muchos casos en los que los espacios públicos son de igual manera privados, por ejemplo los centros comerciales que son construidos para el uso del público pero que sin embargo son manejados desde un ente gubernamental o de la propiedad privada. El espacio público supone un uso colectivo, donde convergen la diversidad de actividades, facilitando la intensidad y la calidad de las relaciones sociales, acogiendo y mezclando los distintos grupos y expresiones culturales dando origen a un nacimiento de la interculturalidad social.

Richard Rogers (2010) en “the culture of cities”  argumente: “la vida pública de una ciudad se constituye en sus calles, plazas, senderos y parques, y es en estos espacios donde se conforma el dominio público. Dicho dominio es toda una institución en si misma, ella pertenece a la comunidad y como cualquier institución, puede frustrar o estimular nuestra existencia”. Es decir la vida y las relaciones publicas nacen generalmente en los espacios públicos, llegando a convertirse en parte fundamental de la sociedad, facilitando en la mayoría de los casos el esparcimiento de las mismas y dando origen a instituciones que se dedican al dominio de lo público sin olvidar que estos espacios son de la comunidad y para la comunidad.


El espacio público en pocas palabras  es aquel que pertenece a todos por igual, que privilegia lo colectivo pasando por encima de lo individual y aquel que no tiene un uso privativo, sin embargo, por tal razón de esparcimiento y por no contar con un reglamento lógico y efectivo que regule el uso de los mismos, hemos caído en una ambigüedad que mal forma el uso de lo público,  teniendo en cuenta que estos espacios han sido creados para el esparcimiento cultural, la integración de las familias, para salvaguardar la vida de los transeúntes refiriéndonos a los andenes y los parques y a todos aquellos sitios que se originaron con el fin de dar paso a una representación cultural que identifica la vida y las costumbres de cada sociedad.

Siendo entonces los espacios públicos los originarios de la interculturalidad y las representaciones culturales y por así decirlo ancestrales, estos sitios han llegado a convertirse en las representaciones de las comunidades refiriéndonos a todos aquellos temas que abarcan las condiciones sociales, culturales y económicas que se desarrollan dentro de la sociedad. Como dice Fanny himmelstern en “la interculturalidad en las organizaciones y el papel del dircom”. si a la integración de los capitales sociales y culturales se le agrega el ingrediente comunicacional, se podrá introducir de manera casi “espontanea” la construcción de confianza, en la medida que entre más se conoce la cultura de otros, más confianza se puede ir generando en las relaciones, propuestas, reglas y acuerdos a los que se quiera llegar” queriendo significar que las relaciones sociales nacidas en los espacios públicos pueden dar origen a múltiples relaciones sociales que tocadas a profundidad pueden generar mecanismos de organización que direccione la cultura que hay sobre el manejo y el uso de  los espacios públicos. Teniendo en cuenta que su simbología está dada para un uso general y especifico, es decir, que han sido creados con un único fin pero a los cuales no se les da el uso correcto, hablando de los andenes, los parques y muchos otor lugares que fueron hechos para salvaguardar la vida de los transeúntes pero que pocas veces son utilizados por los mismos, prefiriendo transitar por las calles poniendo en riesgo sus vidas y olvidándose de estos espacios de uso público creados para ellos en el corregimiento de Barcelona.

Como explica Kratochwil (1989) en un aparte del texto “Reglas y poder” de James Lull: “El poder de las reglas emana en gran medida en que las personas elijan cursos de acción, de que no sean obligadas. Los actores sociales eligen acatar, ignorar, violar o modificar las reglas”. Es por esto que aunque los espacios públicos y las representaciones culturales tienen formas de vivirlas y usarlas cada individuo, según las reglas impuestas por la sociedad, las transforma y las adapta a su diario vivir. Sin ser necesariamente aplicadas de la forma exacta para el fin que fueron creadas.

Por tal razón hoy no es difícil encontrar  distintos lugares públicos del corregimiento que se han convertido para muchos en espacios para las ventas informales y otra cantidad de actividades que no han sido estipuladas entre las reglas que controlan el manejo y buen uso del espacio público.

Sin embargo al adentrarnos en esta problemática nos damos cuenta que son los mismos años y todos los avances que con ellos llegan los que han hecho que los habitantes no solo del corregimiento de Barcelona, sino de muchos otros lugares pierdan su culturas, su espacio y sus tradiciones por el solo hecho de vivir en una carrera contra el tiempo que les impide conocer sus creencias, culturas y muchos otros  temas que caracterizan el transcurrir de las personas, pero la más triste es que es esta misma la carrera la que ha llevado a la comunidad a malgastar sus espacios públicos todo con la única excusa del tiempo o la necesidad.
Ya par finalizar basta con decir que los espacios públicos, la simbología y las representaciones como propiedad civil no solo del corregimiento de Barcelona, sino de todos los lugares del mundo es un un tema olvidado el cual todos los seres humanos están pasando por alto, dejando de lado lo que es su viad y su representación cultural


Conclusión:
Después de este análisis se puede concluir que los habitantes del corregimiento de Barcelona con el transcurrir de los años perdieron el significado de sus representaciones culturales y sus espacios públicos, dando origen a un mal uso de todos aquellos lugares que han sido creados para el beneficio exclusivo de la comunidad integral mas no un beneficio individual.
Este desconocimiento de significados se transforma en una seria de acontecimientos que hoy por hoy desplazaron los espacios públicos del corregimiento y dieron paso a una convergencia de actividades totalmente diferentes a las que fueron estipuladas entre el reglamento del uso de lo público.
A manera de reflexión personal mi punto de vista se enfoca al desacuerdo total sobre el uso de estos espacios. Ya que por no tener conciencia de la importancia de estos lugares y de nuestras representaciones culturales, día por día estamos vendiendo a muy bajo costo lo que por años nos ha caracterizado.

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